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| Daniel-san siempre atento a las directrices de su director |
Hay una escena de La vida es bella donde Guido (Roberto Benigni), locamente enamorado de Dora (Nicoletta Braschi), intenta impresionarla y convencerla para que le abra su corazón. Ella le dice que hay una llave simbólica que sólo el Cielo sabe dónde está, la cual permite la entrega de su amor. Así, en un momento dado, Guido recuerda un hecho que se repetía frecuentemente en ese punto y que había visto en días anteriores. Propone pedirle a la Virgen la llave del sí y, tras gritar "¡María, la llave!" recoge una llave caída del "Cielo", mientras Dora, con la boca abierta, no da crédito a lo sucedido. El grito en nuestra banda sería "¡Dani, la llave!". Daniel acude a la llamada de quien sea para abrirle, no su corazón, sino las dependencias de la banda. Pero el de sereno no es su cometido, ni mucho menos. Eso lo hace porque es buena gente. Él es tuba, un gran tuba. Daniel-san ha comprendido, a pesar del poco tiempo, que no sólo hay que aportar al grupo musicalmente, sino humanamente. El grupo se hace fuerte con personas con valores como los que él encarna: honestidad, humildad, siempre al servicio de los demás. Por todas estas cuestiones y otras muchas, Daniel Callejón merece el reconocimiento de su banda y es nombrado músico del mes...
...Él es Daniel-san, de la dinastía Tuba-jiwara, músico del mes de Abril.
¡Banzai!
