Han sido muchos calentamientos de cabeza durante los ensayos, había que preparar el baile, teníamos que ensayar con los niños y niñas, afinar, mirar algunos pasajes complicados, pero aún así nos encanta hacer lo que hacemos. El trabajo que realizamos es un trabajo poco recompensado, ya que tras nuestras espaldas hay horas y horas de ensayo que se transmiten en 30 minutos de concierto. Por este motivo también nos gusta hacer alguna que otra fiesta (no va a ser todo trabajar...) tras el concierto tuvimos una gran cena, en la que la risa resonaba por todas partes. La banda es nuestra segunda casa, es nuestra segunda familia.
Claro está que para quemar todo esto que nos comimos en la cena hemos hecho deporte (somos una banda saludable). Hoy día 27 de diciembre hemos realizado una jornada deportiva en el Pabellón de Deportes de Berja en el que ha asistido casi la totalidad de la banda. Ha sido un día divertido en el que más de uno llevaba un Quechua y no veas lo "Queachuao" (perdón por el chiste).
Ya para acabar me gustaría decir que el compañerismo y la amistad es la base de nuestra banda, nadie es mejor que nadie, sino que todos somos uno, somos la Banda Municipal de Música de Berja.